El fotógrafo Jean Marie del Moral entra por primera vez en el estudio del artista Miquel Barceló en los años 80. Con aquel primer retrato comienza una relación que dura ya cuatro décadas. Un diálogo en que la imagen toma el protagonismo por encima de las palabras y que documenta la evolución del pintor de Felanitx, Mallorca.
Con la presencia del director.